viernes, 16 de marzo de 2018

Visitamos una cárcel de las Naciones Unidas.

Un periodista recorre las dpendencias del Tribunal Criminal Internacional para la antigua Yugoslavia (ICTY) de La Haya.

El General Ratko Mladic, conocido en los Balcanes como "el carnicero de Bosnia" también era conocido por sus enemigos y potenciales víctimas como "Dios". Está ansiosos por dirigirse al juez que lleva el asunto de su condena, Alphonse Orie. Le conceden la palabra.

Mladic, de 69 años se queja de que no entiende la jerga judicial empleada en la sala y que el Tribunal stá usando una fotografía de mala calidad suya en su página web oficial, una foto de cuando fue detenido en mayo de 2011. Añade que la foto lleva a pensar que está muerto, lo cual no es cierto. "Cuando me la tomaron estaba mal de salud. Pero ahora que me he recuperado, quiero que mis enemigos vean una más actual".

Cuando Orie ve que Mladic no va a aportar nada útil para su defensa, le comunica que ha agotado su tiempo, y Mladic se calla.

Los guardianes de la cárcel de las Naciones Unidas tienen prohíbido dirigirse a los imputados por crímenes de guerra por sus apellidos, asi que les llaman "señor", "presidente" o "mi general". La mayoría de ellos está relacionado con genocidio étnico, violaciones en masa, etc... Todo a una escala nunca vista desde mediados del siglo XX, en el espacio comprendido entre 1991 y 2001.

El ICTY ha levado a los tribunales a 163 acusados de dichas atrocidades. 64 han sido condenados y perecerán en prisión.los absueltos han sido 13.

El alcaide de la prisión de las Naciones Unidas, David Kennedy, dice que los propios acusados han llegado a un pacto de caballeros que les prohíbe hablar de lo que cada cual hizo en las tres guerras de los Balcanes, de religión o de política. No hay contrabando de ningún tipo ni nadie consume drogas.

Las celdas son individuales, con retrete, despacho con ordenador sin acceso a Internet. Pieden recibir visitas 10 días al mes, incluyendo tres jornadas y media de visitas familiares no supervisadas. Hombres que azuzaron desde los puestos de jefe de policía o de los Estados Mayores de bandas paramilitares se tratan con respeto y se mezclan en celebraciones. Como si nunca hubieran tratado de matarse entre ellos. Se comportan como lo que son: ancianos con un pasado a cuestas, culpas que pueden asumir o no, y un presente que ya no les pertenece, a pesar de que trataron de conquistarlo con sangre.

Tan solo un preso condenado ha recibido un tratamiento especial: el presidente serbio Slodoban Milosevic. Como Serbia era considerada como la principal agresora en la Guerra de los Balcanes, se le trasladaba a los tribunales del ICTY de madrugada, antes de que los periodistas empezaran a trabajar. La construyeron un "estudio" en el extremo del corredor de los acusados: una suite de dos habitaciones conun despacho y un dormitorio-La cama jamás fue usada. Milosevic muriñ´ó repentinamente. Muchos de los hombres que lo apoyaron y mataron a otros en nombre de la Gran Serbia que nunca llegó, hablan de envenenamiento.

Milosevic fue exonerado en 2016 de la orquestaciónde crímenes de guerra. Se le consideró como un tipo que usó la guerra y el discurso nacionalista para mantenerse en el poder. Incluso existen documentos en que rechaza la política de limpieza étnica de los paramilitares serbios, a los que no controlaba ni él. Las autopsias hablan de una muerte por causas naturales.

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