Ya he dicho que el dinero es un elemento desestabilizante para las familias. Si no tienes dinero no puedes proteger a tus hijos, ni siquiera tienes tiempo para ellos, aunque los quieras. Paul Getty en 1973 era el primer multimillonario en reunir 100 millones de dólares, según la lista Forbes, y ese dinero tampoco le permitió relacionarse con normalidad con su familia ni proteger a su nieto John Paul Getty Jr.
El 11 de julio de 1973, la actriz retirada Gayl Harris recibe una llamada diciendo que se trata de los captores de su hijo y que quieren 17 millones de dólares. El joven John Paul es un joven bohémio y contestatario, producto de la época. Cambia cuadros por comida en los restaurantes y juguetea con ideas de extrema izquierda. Y lo hace en una Italia convulsa en que las Brigadas Rojas matan al parlamentario Aldo Moro y alguien le tiende una emboscada mortal al periodista y director de cine Passolini por escribir cosas que molestan, y mucho, al poder.
Gayl Harris denuncia el secuestro ante los carabinieri. La Policía italiana cree que los medios de conseguir dinero legítimos se le han acabado al chico y que ahora recurre a extorsionar a su abuelo con un falso secuestro para salir del paso. ¿A quién le importa lo que le pase? Un niñato de izquierdas menos.
El abuelo Getty quiere mucho a John Paul Jr pero no está dispuesto a pagar, lo que escandaliza a la sociedad de la época. "Si pago no tendré solamente un nieto secuestrado. Pondré en peligro las vidas de los 14 que, de hecho, tengo", se defiende Getty.
Los primeros secuestradores dieron una radio para escuchar música a John Paul Jr, le permitían asearse y procuraban ser amistosos. Pero viendo que el dinero no llegaba, lo vendieron a un grupo del ala más dura de la Camorra napolitana. Estos le enviaron un pedazo del pabellón auditivo derecho al abuelo Getty y jugaban a la ruleta rusa con él, para amedrentarle. El abuelo pagó 4 millones de dólares.
Un camionero encontró vagando solo al muchacho, que nunca se recuperó psicológicamente de la experiencia.
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