Yo, Tonya, de Craig Gillespie.

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Tonya Harding mira a cámara, suspira y dice: "Tiene bemoles la cosa... Toda una vida recibiendo golpes... De mi madre, de mi marido, de la prensa, de los jueces de competición... Toda una puta vida. Y a Nancy la golpean una sola vez un poco más fuerte de lo normal y..."

Para los que no sepan de que les pretendo hablar Tonya es una patinadora artística retirada en 1994 a causa de un incidente. Fue la primera mujer que consiguió un triple Axel en 1991, hazaña que repitió unos meses más tarde. No obstante, los jueces de competición decidieron que sólamente merecía un segundo puesto detrás de la asiatico americana Kristi Yamaguchi. ¿Por qué? Sus orígenes humildes, con una madre abusadora que se realizaba a través de los éxitos de su hija con los patines y coleccionaba maridos, y el hecho de que empezase a competir con trajecitos de confección casera hizo que el público y los jueces de competición la vieran como una blanca intrusa en su deporte elitista. Las demás niñas se reían de ella. A pesar de todo, de que incluso su madre la golpease en una opista de hielo, ganó su primera competición a los cuatro años.

Más tarde se casaría con Jeff Gilloolly, otro imbécil maltratador. Según la película es el que encargó a un matón llamado Stunt que lastimase a la rival de su ex mujer, la patinadora Nancy Kerrigan, para que no se clasificase para las Olimpiadas de Invierno de Lillehammer en 1996. Stunt buscó a Kerrigan por las pistas de entrenamiento de Massachussets, pero fue a la salida de un entrenamiento en Detroit cuando la acorraló con otro individuo y le magullaron una pierna con un trípode de cámara de fotos. Las imágenes de Kerrigan en el pasillo de los vestuarios con la rodilla hinchada y preguntando entre lágrimas "Por qué a mí?" dieron la vuelta al mundo. Sucedió el 6 de enero de 1994, y Kerrigan se perdió el Campeonato Nacional a causa de esto.

La jugada les salió mal a Stunt, Gilloolly, y Eckhardt, el guardaespaldas de nuestra protagonista porque acabó con la carrera de su esposa, que pagó las consecuencias, a pesar de que Tonya siempre afirmó no estar informada de los planes del insustancial de su ex marido. La Asociación de Patinaje Artístico prohibió a Harding competir profesionalmente o entrenar a causa del escándalo y del circo mediático que se formó, con más de 400 periodistas amarillos siguiendo a Tonya y a Nancy por Lillehammer. Nancy no sufrió una rotura de pierna, como estaba calculado, sino que sufrió una magulladura lo suficientemente seria para mantenerla alejada de los entrenamientos pero conseguiría la plata en aquellos Juegos de Lillehammer mientras Harding tenía que conformarse con un octavo puesto.

Los responsables de la agresión fueron condenados a condenas breves. Por listos. Tonya probó suerte con el boxeo y la lucha libre, con resultados no tan brillantes. El público estaba contento. El patinaje artístico volvía a pertenecer a las niñas de padres de clase media o alta. A Tonya Harding no la podían ignorar o expulsar porque era demasiado buena, pero Gillooroy, su ex, había vuelto a poner las fichas del sueño americano en su sitio.